Una vez más el protagonismo estaba en Jon Rahm, ya que llegó como líder al último día con diferencia de dos golpes; era inevitable pensar en los fantasmas del pasado, pues el español perdió una ventaja de cuatro golpes hace sólo unas semanas en los Juegos Olímpicos.
Quien se puso al nivel de Rahm fue Brooks Koepka. El capitán de los Smash pegó una ronda final de menos siete, forzando a que el de Legion XIII hiciera dos birdies en los últimos tres hoyos para definir todo en playoff.
El hoyo 18 fue ingrato con el de Barrika en el desempate, pues se pasó del green en su primer tiro y cayó en un búnker; Brooks embocó para par, por lo que Jon tenía la obligación de meter un putt complicado de 25 pies.
Una vez más Rahm vivió un final desgarrador, y una vez más Brooks Koepka festejó en lo más alto de un torneo de LIV, y también lo hizo con sus Smash.
Este ya es su quinto título en el circuito de los 54 hoyos, es el único en la historia con esta marca.